lunes, 29 de septiembre de 2008

ella habría querido reordenar el abecedario de su boca
para que él sólo pudiese pronunciar su nombre,
acuchillar sus signos de puntuación
para que lo amese sin pausas,
dejar que se desangrase su pasado en una calle vieja y abandonada
y amarlo en el desenfreno del silencio,
en el vaivén inquieto del aire
pero él eligió el camino de las palabras.




jamás se dirían nada.


gracias L.