cerré desde afuera,
emparché las ventanas y los huecos
con ese silencio benditamente impuro
que son tus palabras,
ahogué la llave en tu cuerpo
y te grité despacio,
como quemando una foto,
como arrancando las paginas de un libro,
"no quiero estar más en mi cabeza"
lunes, 29 de septiembre de 2008
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