domingo, 31 de agosto de 2008

la lluvia astillaba mi ventana,
estábamos solos y desnudos
y yo en silencio le rogaba a dios.
Vos hablabas y hablabas
y no me escuchabas gritarle al viento,
implorarle que se acerque,
que se lleve tus palabras,
para que no ensangrienten más mis sabanas,
para que mi cama deje ser un cementerio
donde no se puede dormir sin soñar
en palabras disecadas y mujeres muertas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

le rogabas a dios porque sos un MONJECITO

compañero