domingo, 17 de febrero de 2008

otro más

Tu voz es el sonido de un látigo,
el vuelo de una bala perdida
que perfora mi cráneo
deshace mis huesos
y los vuelve intangibles,
como tus melodías.
Deshojando todos los ojos
enfrascados en los míos
me deshace de mis otros,
me perfuma de un dolor salvaje
de un dolor inquieto e inestable
que me hace renacer
para volver a ser otra muerte,
otro látigo, otra bala y otra voz.

Lo sè: ya hay otro más dentro de mí.

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