viernes, 12 de junio de 2009

desperte aturdido

tu cuerpo, al lado del mío,

había atraído miles de palabras,

las había traído a tu cama mientras dormías

y pululaban inquietas, como abejas, alrededor de nosotros.

Salí con frío, con una birome y una hoja

me senté en el pasillo para no despertarte

y ¡ay! ellas también fueron mías.

1 comentario:

Caracolito dijo...

este me gusta.
me gustás.