viernes, 12 de junio de 2009

un hombre se posee por escampadas, e incluso cuando se posee no se alcanza del todo

nuestros cuerpos nos son ajenos
y no tenemos ni siquiera palabras ajenas para decirlo:
somos un cuerpo flotado a la deriva
(la metafora la da el pasado)
de la estupidez
y ni siquiera esa nimiedad que somos nos pertence.

1 comentario:

Andrea dijo...

pero hay palabras que aunque no sean nuestras pueden ser nuestras herramientas para recuperarnos.

Palabras y luchas.

Salud, un gusto visitarle